15.5.07
.Más palabras que se vuelcan en la hoja.
Muerto estás.
Germinando la vida, sofocando el cerebro, irrigando el corazon, culminando. Caminante de fronteras inexistentes, de montañas desaparecidas, de caminos invisibles. Intentas existir pero nadie te conoce. Nadie te ha visto. No tienes conocidos, y menos amistades. Gran maestro del arte de mentir te has convencido a ti mismo de que existes. Te has hecho creer que caminas, insistes con haber cruzado una y mil fronteras. No has bebido una gota de agua en años, no has comido hace aun más tiempo. ¿Cómo entonces crees poder estar vivo? No lo notas, pero has desaparecido. Esfumado de la tierra, ya no eres parte de la vida. No eres nadie, para nadie. Esto que hoy escribo es la única evidencia de que en algún momento ocurriste. Nadie te recuerda ya. Nadie te regala un segundo de su vida para pensarte. Nadie quiere recordarte, ni hablarte ni sentirte ni sufrirte. Sólo yo, te pienso a veces. Y sufro, sufro con tu imagen, tu presencia en mi mente me atosiga. Me asfixio al observarte, recordarte y desearte. Bebo tu sangre, me inyecto tu veneno, consumo tu dolor. Inexistente aun lastimas. Me tropiezo con tu cuerpo, lo recorro lentamente, las espinas me hieren, sangro tu veneno, me desangro gota a gota. Te expulso de mi cuerpo. Te tomo con ambas manos, te deshago poco a poco, y te deshecho. Muerto estás.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment