Insomnio

Recorro un viejo album de fotografías desgastadas. Recuerdo al observarte y observarme. Sueño de nosotros, de aquellos tiempos, aquel viaje. Extraño los momentos en que la felicidad reinaba. Me acecha la tristeza, me busca y me encuentra, me absorbe. Intento combatirla pero mi cuerpo ha perdido fuerzas. Mi corazón deteriorado trata de ayudarme pero ya es tarde. Mi mente se ha ido, ha volado como las palomas que mi ventana frecuentaban. No me queda nada. Recostado sobre aquella solemne cama que mi habitación compone cierro los ojos anhelando dormirme, pero mi mente sigue en vuelo y no pretende regresar. Vuelo por los tiempos pasados, y por los futuros que nunca llegarán. Sueño despierto y sufro al hacerlo. Mi mente se inunda de dudas, preguntas que no logro responder. Absorto en un sufrir incesante me levanto, y enciendo la luz. Me dirijo hacia aquella vieja cómoda que mi abuela me entregó. Parado frente a ella observo el tercer cajón. La vista se me nubla, frunzo los ojos y las lágrimas recorren mi piel. Temo frente a la idea de abrirlo, de revivir aquellos recuerdos, de recordar aquellas vidas. Respiro profundamente y estiro mi mano hasta posicionarla sobre la antigua manija. El frío del metal me remite a la muerte, aquello que tantas veces consideré mi mejor destino, pero que cada una de aquellas veces revoqué por la misma razón: vos.